Transplate de árboles
Revisado el 09 de Septiembre del 2013 , Ranking 3 de 5
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- Razones para trasplantar
- Consideraciones generales respecto a los trasplantes
- Árboles que toleran mejor el trasplante
- Árboles que sufren mucho con el trasplante
- Los pasos para trasplantar un árbol
Razones para trasplantar
Los motivos para tener que trasplantar pueden ser muy diversos. Por ejemplo, es frecuente la falta de previsión por desconocimiento del tamaño que adquiere de adulto una especie; al cabo de los años, ha crecido demasiado para el espacio disponible y sencillamente estorba.
Consejo: antes de plantar averigua si esa especie es de tamaño grande, mediano o pequeño y si dará en un futuro problemas ahí o no.
El trasplante no siempre es posible. Un ejemplo muy obvio es cuando no puede entrar una pala o grúa (los cepellones son muy pesados y precisan medios mecánicos para su transporte). Quizás pueda entrar una pala mecánica pequeña.
En otras ocasiones la mala salud del ejemplar hace que no merezca la pena intentarlo: caries, ramas secas, muy envejecido, débil, enfermo, etc. Esto habrá que evaluarlo en cada caso, pero la mayoría de las veces sí merece la pena. Recuerda que un árbol adulto tiene un gran valor económico.
Especies que no conviene su trasplanta debido al bajo costo de las plantas jóvenes y su rápido desarrollo:
- Salix spp. (Sauce)
- Populus deltoides (Álamo carolina)
- Populus x canadiensis cv. l-214 (Álamo 214)
- Populus nigra cv itálica (Álamo italiano)
- Populus alba (Álamo blanco)
- Alianthus altissima (Árbol del cielo)
- Morus alba (Morera)
Consideraciones generales respecto a los trasplantes
- Un árbol pequeño es siempre más fácil de trasplantar que uno grande. Agarran más fácilmente y su menor peso y volumen ayudan a un traslado más cómodo.
- Si el ejemplar a trasplantar es grande, te aconsejo que pidas asesoramiento a empresas o profesionales de tu zona y que te hagan un presupuesto. Si es un árbol pequeño, puedes hacerlo tú, aunque necesitarás ayuda para trasladarlo (el cepellón suele pesar bastante).
- Todo trasplante supone un trauma tremendo para la planta: pierde raíces y recibe una poda, a veces, fuerte. El cambio a su nueva ubicación también le afecta: otra situación de sol, sombra, tipo se suelo, viento, etc.
- Hay especies más difíciles de trasplantar; en cambio, otros árboles son muy duros y agarran bastante bien.
Árboles que sufren mucho con el trasplante:
- Acacias y Mimosas (difíciles)
- Acacia negra (Gleditsia triacanthos)
- Alcanforero (Cinnamomum camphora)
- Albicia (Albizzia julibrizzin)
- Algarrobo (Ceratonia siliqua)
- Braquiquito (Brachychiton populneum)
- Casuarina (Casuarina spp.)
- Coníferas:
- Abetos
- Ciprés (el Ciprés variedad piramidal es menos delicado que otras coníferas)
- Cedros (los Cedros atlantica y deodara no son tan delicados como otras coníferas)
- Ciprés de Lyland o Leylandi
- Juniperus
- Pinos (el Pino carrasco, Pinus halepensis, es el pino más resistente al trasplante), etc.
- Eucaliptos (Eucalyptus spp.)
- Ficus elastica
- Grevillea (Grevillea robusta)
- Tejo
- Madroño (Arbutus unedo)
- Olmo (Ulmus pumila)
- Ombú (Phytolacca dioica)
- Palmeras: todas las especies de palmeras son aptas para el trasplante, sin embargo hay algunas más delicadas como Kentia (Howea).
- Parasol de la China (Firmiana platanifolia)
- Roble (Quercus robur)
- Tulipanero (Liriodendron tulipífera)
Árboles que toleran mejor el trasplante:
- Acer palmatum
- Ailanthus
- Castaño de Indias
- Ceibo (Erythrina crista-galli)
- Chopos (Populus)
- Fresno
- Ginkgo
- Júpiter (Lagerstroemia indica)
- Liquidambar
- Morera
- Olivo
- Plátano (Platanus spp.)
- Robinia
- Sauces
- Tipuana
Época para trasplantar
Los trasplantes siempre se deben hacer cuando la planta esté en reposo, o sea, en invierno. Hacerlo en primavera o verano supone dejar al árbol sin apenas raíces en un momento en el que las hojas y las flores están pidiendo mucha agua. Finales de otoño también puede ser buena época, pero NO en zonas mediterráneas, donde los otoños son cálidos y las plantas siguen creciendo.
En invierno, debe evitarse los momentos de más frío y con heladas.
A veces, hay necesidad urgente de trasladar un árbol sin posibilidad de esperar al invierno. En este caso los riesgos de fracaso aumentan y es preciso esmerarse mucho más en la operación, empezando por extraerlo con un cepellón de tierra más grande.
Casos en el trasplante de árboles
Lo primero que debes hacer es ver cuál es tu caso.- Es una especie de hoja caduca o de hoja perenne?
- Es un árbol joven o adulto? No es lo mismo un árbol pequeño que un ejemplar centenario, obviamente.
- ¿Es una especie delicada al trasplante o más resistente?
- Si la especie es de hoja caduca y joven, árbol pequeño de hasta unos 3 años aproximadamente, se puede trasplantar 'a raíz desnuda', es decir, sin tierra pegada en las raíces. Se excava alrededor y se saca con cuidado con las raíces casi limpias, peladas.
Como ejemplo de trasplante de árbol pequeño y hoja caduca, que admite por tanto el trasplante a raíz desnuda, podemos poner el caso del arranque de árboles en vivero productores de árboles. Se cultivan en líneas en una parcela y se arrancan para su venta, bien con las raíces desnudas o bien con una masa de tierra pegada a las raíces (cepellón) que se envuelve en tela de arpillera para que no se desmorone. - 2. Si la especie es de hoja caduca y el ejemplar es un árbol grande, no vale sacarlo a raíz desnuda, sino con cepellón.
- 3. Si la especies es de hoja perenne, independientemente del tamaño que tenga, siempre hay que trasplantarlo con cepellón, obligatoriamente.
Por tanto, vemos que casi siempre, excepto que sea árbol caduco y pequeño, habrá que preparar un cepellón, es decir, una masa de tierra adherida a sus raíces.
Los pasos para trasplantar un árbol son:
- Riega el día antes para que la tierra esté húmeda: así se podrá cavar mejor y la tierra quedará pegada a las raíces.
- Abre una zanja alrededor del árbol con la azada y ve profundizando hacia adentro hasta que quede suelto el cepellón con forma tronco-cónica. Si es un gran ejemplar, esta zanja se puede abrir con una pala mecánica. También existen máquinas de alto rendimiento que lo sacan directamente y luego lo depositan en el agujero lugar de destino. Este método, poco a poco se va imponiendo y hay empresas especializadas en trasplante de grandes ejemplares. (Ver fotos inferiores).
El tamaño adecuado del cepellón dependerá de la especie, pero cuanto más grande sea, mucho mejor, sobre todo en el caso de las especies delicadas. - El cepellón se envuelve con un geotextil, una tela de yute, arpillera, una lona o un plástico resistente y se ata fuertemente para que no se desmorone dicho cepellón en el traslado. Es vital que no se rompa y queden las raíces sueltas.
- Lo mejor para evitar el desmoronamiento del cepellón es escayolarlo. Esto consiste en envolver el cepellón con una tela metálica (malla conejera) o bien, con tiras de esparto, y luego se aplica escayola. Al día siguiente el cepellón ya está sólido, firme y duro y se puede mover sin riesgo de rotura. El escayolado se puede hacer en cepellones de cualquier tamaño, pequeños o grandes. Si la especie es delicada, por ejemplo, un Pino, una Mimosa, etc., aunque el cepellón sea pequeño, lo más aconsejable es escayolarlo para tener la tranquilidad de que no se romperá; ya que si ocurriera ésto, sería mortal. Insisto que el escayolado no es obligatorio, el cepellón puede que tenga suficiente consistencia para mantenerse compacto en el traslado simplemente envolviéndolo con tela de arpillera y atándola fuerte, pero si se quiere asegurar su integridad, lo mejor es escayolar.
- Para especies delicadas al trasplante, por ejemplo, Coníferas, es mejor hacer la extracción en 2 pasos. Todas las Coníferas tienen una raíz principal gruesa que cuando se corta para trasplantarlas le daña muchísimo y el arraigo en su nuevo lugar se complica. Se procede así:
Un invierno se cava la zanja como si fuésemos a extraer el árbol y se vuelve a tapar con tierra dicha zanja. Pero no lo extraemos hasta el invierno siguiente, abriendo otra zanja justo por fuera de la anterior. Se escayola el cepellón y ya se puede sacar. Así, en dos pasos, cortando la raíz principal un año más tarde que las demás raíces es lo mejor. Ocurre que muchas veces hay prisas y no se puede esperar un año entero. En ese caso, los riesgos de fracaso aumentan. Hay que tomar un cepellón lo más grande posible pues. - Si el árbol es de hoja caduca, reduce la longitud de ramas, pero cortando lo menos posible. Si el árbol es de hoja perenne, con recortar sólo un poco, es suficiente. Las Coníferas no se podan en absoluto o muy poco.